Máximo Jiménez también fue un rebelde en el festival vallenato

Máximo Jiménez y el sociólogo Orlando Fals Borda en una de sus participaciones en el festival vallenato

Por: Antonio Daza Orozco
Septiembre de 2020


Fue en el año 1977 cuando vi de cerca a Máximo José Jiménez Hernández, estaba en el kiosco donde competía por segunda vez en el Festival Vallenato y un grueso número de personas aplaudían su ejecución, su canto y su composición, que como siempre estaba impregnada de esa sensibilidad social y política que el monteriano les ponía a sus cantos.

Y fue que Máximo Jiménez nunca, ni en un escenario tan exigente como el del festival de Valledupar, escondió su protesta y como iba a hacerlo si desde temprana edad el acordeonero y cantor sinuano fue testigo del maltrato al campesino y además cuando empezó con sus denuncias la violencia se ensañó con él.

Además de ser agricultor y artesano fue un fuerte enamorado del acordeón y con este en el pecho, en vez de las parrandas prefería animar encuentros o mítines del pueblo, del campesinado. Con su canto pudo alentar la lucha por la reforma agraria de su región, fue protagonista del accionar de las asociaciones campesinas y su activismo le costó la muerte de su hermano y la desaparición de otros familiares cercanos. Por eso el nacido en el corregimiento de Santa Isabel de Montería sufrió varios apresamientos irregulares y amenazas que obligaron su exilio a Austria en 1989.

Fue en el año 1974 que se le dio por participar Festival Vallenato y desde el inicio sus canciones causaron malestar por sus denuncias a políticos y terratenientes, se presentó en canción inédita con la composición “Confesión del terrateniente”, canción en la que explicó cómo veía el proceder de los ganaderos, latifundistas de su tierra, inspirada en una vivencia personal, aquella vez que escuchó la conversación de unos de ellos, en una cafetería, y se referían de forma despectiva a los campesinos.

“Pero para eso carajo yo tengo a los gringos
ese imperialismo que tan bien se ha portado
Si quiero las armas, recibo armas
Si quiero la CIA recibo CIA
Para defender tradición y propiedad
Redacté las leyes para que todos respeten
Y en el capitolio tengo un muchachito que puse de presidente"


Volvió en el 76 pero nada pasó. Y a pesar de eso se inscribió nuevamente y cuando se supo su regreso al concurso, en 1977, trataron de persuadirlo para que cambiara sus profundas críticas pero no lo aceptó y al contrario llegó más afilado en su toque y en su canto protesta y eso le costó muy bajas calificaciones.

“Yo estaba cultivando otro camino en el Festival”, afirmó

Con las disqueras la cosa fue igual, pero fue tan buena la venta de su primer vinilo que alcanzo a grabar dos más, sin embargo nunca igual a lo que grabaron muchos colegas en esa época en que el género se popularizaba.

Hoy Máximo, con 71 años de edad, está de nuevo en Montería, donde vive con serias dificultades en el habla y el desplazamiento debido a un accidente cerebro vascular. Jiménez Hernández, a pesar de sus problemas de salud, ha grabado de nuevo y se siente contento.

Este audio (“Productores de algodón”) de su participación en 1977 nos muestra por qué Máximo, a pesar de su buena ejecución, no avanzo a la final. 

Clic para escuchar audio de la canción "Recolectores de algodón"


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